Días después de que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, llevara a cabo la mayor purga contra la corrupción en la historia del reino, los huthíes del movimiento Ansarola, en Yemen, ofrecieron asilo político a los príncipes y otras personalidades perjudicadas, informó la cadena qatarí Al Jazeera.

El 5 de noviembre el Alto Comité para la lucha contra la corrupción de Arabia Saudí, encabezado por el príncipe heredero, ordenó la detención de 40 personas influyentes, entre ellas miembros de la familia real, ministros, militares y empresarios.

“Para los miembros de la familia real Saud, para cualquier miembro de la familia gobernante, para cualquier empleado o persona que se sienta blanco del régimen, estamos listos para darle la bienvenida con los brazos abiertos para que resida con nosotros como nuestros hermanos oprimidos”, escribió en Twitter un líder del movimiento Ansarola.

El canal de televisión aseguró que se trata de una propuesta “real al 100%”, que no tiene nada que ver con los juegos políticos.

Poco después de los arrestos en Arabia Saudí, el mando huthí aseguró que cualquier saudí que resultara “atacado por el régimen” sería aceptado en Yemen.