El primer ministro del régimen sionista, Benjamin Netanyahu, rechazó el pronunciamiento de Asamblea General de la ONU contra cualquier intento de cambiar el estatus legal de la Ciudad Santa de Al Quds.

Tras anunciarse el resultado del voto, Netanyahu calificó la resolución respaldada por 128 países de “absurda”, al tiempo que agradecía una vez más al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por considerar a Al Quds como la capital israelí.

En sus declaraciones Netanyahu manifestó su aprecio porque “un número creciente de países se niegan a participar en este teatro del absurdo”, en aparente referencia al minoritario grupo de naciones que votaron en contra (nueve) o se abstuvieron (35).

Según la prensa local, el ministro de Educación y líder del partido Hogar Judío, Naftali Benet, vio el respaldo de la mayoría de las naciones miembros de la ONU a mantener el estatus de Al Quds como un estímulo al terrorismo.

“El hecho de que los países voten en contra del reconocimiento de Jerusalén es visto por los terroristas como una señal del éxito de su lucha violenta contra Israel”, según su expresión.

De otro lado, el parlamentario israelí y exembajador en Estados Unidos Michael Oren aseguró que “mientras la ONU niega los lazos de Israel con Jerusalén, Israel debe romper sus lazos con la ONU”.