El juicio a la adolescente palestina Ahed Tamimi, que al enfrentar a un soldado sionista se convirtió en un símbolo de la resistencia a la ocupación israelí, fue pospuesto hasta marzo por un tribunal militar del régimen de Tel Aviv.

La menor de edad, quien abofeteó a un militar israelí en el patio de su casa en el pueblo de Nabi Saleh, en la Cisjordania ocupada, deberá hacer frente a 12 acusaciones, entre ellas las de “agresiones a soldados israelíes”.


La madre de la niña, Nariman Tamimi, también será juzgada por dos acusaciones y, al igual que ella, permanecerá en prisión hasta el final del juicio.

Durante la breve audiencia del martes en el campamento militar de Ofer, el juez israelí a cargo del caso ordenó a todos los medios de prensa que abandonaran el tribunal, a pesar de que Tamimi había solicitado que fuera abierto.

El juicio de Tamimi, que debió haber comenzado el 31 de enero, ya fue aplazado en dos ocasiones anteriores.


El arresto y enjuiciamiento de la adolescente palestina desató una ola de condenas internacional a las autoridades israelíes, así como numerosas muestras de apoyo a la causa palestina y su resistencia a la ocupación.

Acorde con un comunicado de Amnistía Internacional, que condenó el caso, la Convención de los Derechos del Niño, de la cual Israel es signataria, establece que el arresto, la detención o el encarcelamiento de un niño solo se puede usar como medida extrema, y por el periodo de tiempo más corto posible.