Agentes de la Policía Militar del estado de Río de Janeiro (sureste de Brasil) mataron al menos a 154 personas durante el mes de enero, según datos publicados por el Instituto de Seguridad Pública (ISP).

El ISP, un organismo público, constató que los “homicidios como consecuencia de oposición a intervención policial” aumentaron 57,1% en comparación con enero del año pasado, cuando fueron 98, según lo divulgado en un comunicado.

Se trata de la mayor cifra en 15 años; desde que el ISP empezó a recopilar estos datos en el año 2003 no se registraba un número tan alto de víctimas de la violencia policial.


La mayoría de los indicadores sobre violencia también aumentaron: los homicidios en general crecieron un 7,6% y llegaron a 649, y los robos de vehículos subieron 25,7% (5.286 vehículos robados) respecto de enero del año pasado.

Además, un total de seis policías fueron asesinados en servicio, frente a cuatro de enero de 2017, aunque en realidad el número de agentes asesinados asciende a 12, puesto que varios fueron ultimados en sus días de descanso.

El estado de Río de Janeiro vive desde hace meses una escalada de violencia que llevó al Gobierno de Michel Temer a decretar una intervención en el área de la seguridad pública, que es competencia del Gobierno estadual.

Sin embargo, con la intervención decretada el pasado 16 de febrero un general del ejército coordina todos los cuerpos policiales, los bomberos, el área de inteligencia y las prisiones del estado de Río de Janeiro, algo inédito en la democracia brasileña.