El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció que Filipinas se retira de la Corte Penal Internacional (CPI).

“Como presidente de la República de Filipinas, declaro y notifico que Filipinas retira su ratificación del Estatuto de Roma con efecto inmediato”, dijo Duterte en un comunicado, citado por la prensa.

El presidente justificó su decisión alegando “ataques inquietantes y sin precedentes” contra él y su Administración “planeados por funcionarios de la ONU”.

En particular Duterte acusó a la CPI de intentar imponer sobre él “su jurisdicción en violación del debido proceso y la presunción de inocencia”.


El presidente filipino tomó esta decisión más de un mes después de que la Corte Penal Internacional empezara un análisis preliminar para investigar presuntos crímenes cometidos en Filipinas desde julio de 2016 en el marco de la denominada guerra contra las drogas lanzada por el Gobierno.

Según datos de la policía, a partir de entonces más de 7.000 sospechosos de narcotráfico murieron en el marco de la campaña.

Expertos de la ONU condenaron esta práctica de lucha contra las drogas en Filipinas y llamaron a las autoridades de ese país a impedir asesinatos indiscriminados y oponerse a la ejecución de sospechosos sin juicio.

En respuesta a esas críticas Duterte ya amenazó con retirar a Filipinas de la ONU.