Al menos 47 personas han muerto y otras 2.500 han tenido que abandonar sus hogares como consecuencia de la rotura de una presa en el condado keniano de Nakuru, situado en el sur del país, tras varios días de intensas lluvias, según un nuevo balance de víctimas confirmado por la Policía.



Los diques de la presa Patel, en la localidad de Solai, reventaron como consecuencia de la presión y el agua se extendió por toda la zona. "Hasta ahora tenemos 47 muertos. Estamos todavía sobre el terreno", ha declarado a Reuters un portavoz policial, Japheth Kioko, que no ha descartado que haya más víctimas entre el fango.

El gobernador de Nakuru, Lee Kinyanjui, ha explicado a la cadena KTN que los servicios de emergencia se han movilizado para prestar asistencia a las personas damnificadas. En total, unas 450 familias se habrían visto afectadas por la rotura, que ha provocado una “gran destrucción”.

La oficina del presidente, Uhuru Kenyatta, ha expresado sus condolencias por la tragedia y ha confirmado el envío a la zona de altos cargos del Gobierno y de la Policía.

Cerca de 140 personas han muerto durante los últimos dos meses debido a las fuertes inundaciones y más de 260.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.