Los manifestantes que protestaron en las calles de las principales ciudades de Jordania desde la semana pasada pusieron fin a sus movilizaciones después de que el nuevo primer ministro, Omar al Razaz, anunciara que retirará el polémico proyecto de ley del impuesto de la renta.

Fuentes de seguridad informaron de que en la noche del jueves no se registraron manifestaciones en la capital, Ammán, ni en otras ciudades del país, donde los manifestantes habían tomado las calles durante siete noches consecutivas, provocando la dimisión del jefe del Gobierno, Hani al Mulki.

En el barrio de Yabal Ammán, donde miles de personas se habían concentrado cada noche desde el jueves pasado, en las cercanías de la sede del Ejecutivo, ha reinado la calma, según las fuentes.

Ayer, el primer ministro designado prometió que el Gobierno retirará el proyecto de ley tras la investidura de su gabinete, que se espera que tenga lugar el domingo, después de que el rey Abdalá II haya encargado a Al Razaz formar un nuevo gobierno para salir de la crisis.

Además, Al Razaz también prometió revisar no sólo el proyecto de ley que ha desatado la actual crisis sino todos los impuestos directos e indirectos que han sido aprobados recientemente y contra los que también protestaron los manifestantes en los pasados días.

Su predecesor, Al Mulki, impulsó un proyecto de ley para aumentar el número de contribuyentes en un 6 %, rebajando el umbral de ingresos exigido para pagar el impuesto sobre la renta, en el marco de las reformas impulsadas desde 2016 por el Fondo Monetario Internacional para reducir el déficit estatal en Jordania.

La medida hizo estallar el descontento social por esas reformas, que también han incluido la retirada de los subsidios de productos básicos, como el pan, y la imposición de un impuesto directo sobre los bienes de consumo.