La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles una resolución que demanda protección para los civiles palestinos ante el uso excesivo e indiscriminado de la fuerza por parte de la ocupación israelí.

Con 120 votos a favor, ocho en contra y 45 abstenciones fue aprobado el documento, similar al presentado por Kuwait en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero que fue vetado por Estados Unidos en su calidad de miembro permanente de ese organismo.

De hecho, Estados Unidos presentó en esta sesión de emergencia de la Asamblea General un proyecto de enmienda que también fue sometido a votación, aunque algunos pidieron una moción, y que finalmente no obtuvo la mayoría de votos necesarios.

Tras conocer el resultado, la embajadora norteamericana Nikki Haley apeló la decisión anunciada por el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miroslav Lajcak, y se sometió a otra votación plenaria esa apelación.

En contra de tal pedido de apelación estuvieron 73 Estados, a favor 66 y hubo 26 abstenciones. Lo cual reafirmó que el fallo en contra de la enmienda es definitivo.

La resolución que sí fue aprobada en sesión extraordinaria de la Asamblea General aboga por asegurar protección a los civiles palestinos y condena las acciones violentas de los militares de Tel Aviv.

También pide que los responsables de las violaciones y los asesinatos respondan ante la justicia, y demanda adoptar medidas inmediatas para resolver la difícil situación en el terreno y poner fin al bloqueo impuesto por la entidad sionista a Gaza.

La resolución indica que el secretario general de la ONU debe estudiar la situación actual en el territorio palestino ocupado y presentar un informe al respecto, en el cual se incluyan propuestas sobre los medios para garantizar seguridad y protección a los civiles.

Asimismo, la resolución aboga por el establecimiento de un mecanismo internacional de protección.

Según denunció la representación de Argelia, que junto a Turquía solicitó la sesión de emergencia de la Asamblea General, la entidad sionista no solo abdicó en sus responsabilidades y obligaciones como potencia ocupante, sino que de manera premeditada violó esas obligaciones, dañó a civiles palestinos y les negó sus derechos básicos.