El número de desplazados internos en la región sureña siria de Deraa a causa de los combates en la zona alcanza ya las 270.000 personas, de las cuales 40.000 se encuentran atrapadas en el desierto en la frontera jordana, denunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

“Este es el mayor desplazamiento en la región desde que comenzó el conflicto”, aseguró en una rueda de prensa el portavoz de ACNUR Andrey Mahecic, quien especificó que las cifras pueden variar.

“Los números son muy difíciles de verificar porque los desplazamientos son constantes dado que la línea de combate también se modifica permanentemente”, explicó.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) anunció que ha entregado asistencia de emergencia a más de 200.000 personas, pero que la situación es cada vez más grave dado que casi todos los colaboradores con los que trabajaban sobre el terreno han tenido que huir.

La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se unió al PAM y al ACNUR en solicitar a Jordania a que reabra sus fronteras para poder acoger a los desplazados atrapados, al tiempo que pidió la colaboración de otros países de la región para aceptar refugiados.

Mahecic subrayó que son conscientes de que el 10 por ciento de la población jordana está formada por refugiados sirios, más de 650.000 personas registradas, pero solicitó aún más solidaridad para acoger a los desplazados.

La semana pasada, fuerzas sirias y sus aliados comenzaron el acoso a los grupos terroristas de la ciudad de Deraa, una de las últimas zonas con presencia de facciones armadas en el sur del país.

A pesar de los intentos de alcanzar un alto el fuego por parte de Rusia, los combates continúan.