El combustible destinado a instalaciones de salud, agua y saneamiento en Gaza está hoy al borde de agotarse completamente, lo cual crea un enorme riesgo para la población palestina, alertó una agencia de ONU.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) señaló que esos centros dependen del combustible de emergencia para alimentar los generadores de respaldo que ayudan a paliar la crisis energética, generada en gran medida por el bloqueo israelí.

Esto deja a esa población palestina con apenas unas cuatro horas de electricidad por día y dificulta la entrega de servicios básicos, indicó la OCHA.

Los socios humanitarios de la ONU estiman que al menos 60 mil litros de combustible de emergencia deben entregarse rápidamente a 47 instalaciones sanitarias, de distribución de agua y de salud para garantizar la provisión mínima de servicios en los próximos cuatro días.

Según la OCHA, esa gran escasez se debe a las restricciones israelíes sobre las importaciones de combustible a la Franja de Gaza, y tales prohibiciones aumentaron la semana pasada bajo el pretexto de reaccionar a cometas incendiarias en la valla fronteriza.

Las restricciones también se aplican al combustible de emergencia adquirido por la ONU para Gaza y de continuar tal situación, a mediados de agosto se agotarán los fondos para los programas de emergencia, advirtió la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas.

Para evitar una crisis de proporcionas catastróficas, se deben levantar las limitaciones a la entrada de combustible, indicó la OCHA e instó a los donantes a proporcionar 4,5 millones de dólares para cubrir esas demandas hasta finales de año.