Siria puso en alerta máxima la defensa antiaérea ante las amenazas de Estados Unidos y sus aliados de bombardear el país con el pretexto de un supuesto “ataque químico” en la provincia de Idlib, posiblemente provocado por grupos terroristas y atribuido a las fuerzas gubernamentales.

Fuentes militares confirmaron que están en plena disposición combativa los 11 sistemas de misiles tipo S-200, Patshora, Pantsir 1 y Buk, en particular en las áreas para defender la infraestructura de la nación.

Las brigadas encargadas recibieron instrucciones de disparar contra cualquier blanco hostil directamente sin esperar ninguna orden, precisaron a los medios de comunicación en la capital Damasco.

Según las informaciones disponibles e insistentes denuncias desde Moscú y Damasco, en especial, los llamados Cascos Blancos, afiliados al grupo terrorista Frente Al Nusra pusieron en marcha un montaje provocador en una región de la norteña provincia de Idlib, la única región del país controlada todavía por los grupos terroristas.

De acuerdo con las fuentes, en esa “escenificación” están asesorados por especialistas del servicio secreto británico y tan pronto se produzca la acción- prevista para las próximas 48 horas- se difundirán las imágenes como parte de un intenso manejo mediático y tergiversador.

Desde Londres y París, se reiteró que los gobiernos de esas naciones apoyarán la agresión estadounidense, tal y como han hecho de manera continuada al menos tres veces entre el 2016 y 2017.