El pueblo altivo y luchador de Nicaragua no bajará la cabeza, afirmó este jueves la vicepresidenta, Rosario Murillo, al condenar los actos terroristas perpetrados durante el fallido golpe de Estado que provocó la muerte de 198 personas.

De acuerdo con Murillo, hay grupos políticos en el país que “se amargan la vida cuando ven que el pueblo no baja la cabeza, ni la va a bajar porque es un pueblo digno de Andrés Castro, de (Rubén) Darío, de (Augusto C.) Sandino, pueblo grande, invencible”.

Las declaraciones de la vicemandataria llegan en un contexto en el que grupos opositores viajan a Washington para pedir a senadores y congresistas norteamericanos del ala más radical del Partido Republicano y la administración de Donald Trump que impulsen un bloqueo económico y sanciones contra el gobierno sandinista, señala el analista económico Adolfo Pastrán.

También piden que las Naciones Unidas aplique cercos contra el país en una sesión del Consejo de Seguridad, lo que paralizaría préstamos internacionales y frenaría la ejecución de obras de infraestructura de impacto social, consideró el periodista. Por otra parte, Murillo aseguró que nadie quiere volver a saber de los días oscuros de infamia, de ignominia, en los que los “perros rabiosos” andaban sueltos, ni de las caravanas de la muerte que azotaron durante más de tres meses el país.

A pesar de ello reiteró que no hay lugar para el odio en Nicaragua, sino un nuevo proceso de reconciliación entre los connacionales, para superar las dificultades y dejar atrás los hechos de violencia y muertes registradas entre abril y julio.