Los Guardianes de la Revolución de Irán confirmaron el disparo de siete misiles contra la sede del separatista Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDKI) en el este de Erbil (Iraq), que causó muertos y heridos.

Este cuerpo militar de élite explicó en un comunicado en su página oficial Sepah News que la acción tiene el objetivo de “poner fin a las atrocidades y actos de agresión y terrorismo contra Irán”.

Los Guardianes denunciaron que en los últimos meses los grupos separatistas kurdos con base en Iraq habían enviado equipos terroristas para cometer actos de sabotaje en las provincias iraníes de Azerbaiyán Occidental, Kurdistán y Kermanshah.

El ataque con misiles fue perpetrado por la Fuerza Aeroespacial y la división de drones de los Guardianes, según la nota, que advirtió de que las fuerzas iraníes están preparadas para “proteger las fronteras” y la seguridad del país.

La declaración advierte que los militares iraníes de esa forma lograron “destruir un complot contra la seguridad nacional de Irán, así como exterminar y herir a varias decenas de líderes y combatientes de peso” del grupo.

Por su parte, el Partido Democrático del Kurdistán Iraní informó en un comunicado de que los cohetes "fueron lanzados por Irán contra una sede de su partido donde sus miembros estaban celebrando reuniones de alto nivel”.

El canal kurdo de “Irak Rudaw” informó que el pasado 8 de septiembre las tropas de Irán atacaron la sede del Partido Demócrata del Kurdistán iraní, dejando sin vida a al menos nueve personas.

Se comunicó igualmente que más de 30 personas que se encontraban en la sede resultaron heridas, entre ellas el secretario general del partido kurdo, Mustafa Mawludi.