La OTAN de momento no examina la posibilidad de retirarse de Afganistán y continuará apoyando a las fuerzas de seguridad locales, declaró el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

“Cuando comparamos el precio de permanecer con el precio de retirarnos, nuestra conclusión es que el precio de retirada será más alto, porque si nos vamos ahora de Afganistán, deberemos estar preparados para el regreso de los talibanes”, dijo Stoltenberg.

Agregó que una manera responsable de retirarse de Afganistán “es alcanzar una solución política”, por eso la OTAN apoya las iniciativas de paz del presidente afgano destinadas a establecer un diálogo con los talibanes.

“No nos quedaremos en Afganistán más de lo necesario”, subrayó Stoltenberg al precisar que la alianza permanecerá en el país el tiempo necesario “para evitar el regreso de terroristas internacionales”.

EEUU y sus aliados invadieron Afganistán en 2001, después de los ataques terroristas ocurridos el 11 de septiembre de ese año en Nueva York y Washington.

La misión en Afganistán concluyó en 2014, pero el 1 de enero de 2015, la OTAN anunció su nueva operación en el país, bautizada Apoyo Decidido, para entrenar y asistir a las fuerzas de seguridad del país centroasiático.