Al menos 18 civiles han muerto en dos ataques ejecutados en menos de 24 horas por presuntos milicianos del grupo terrorista de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en las localidades de Paida y Mayangose, próximas a Beni, en la provincia congoleña de Kivu Norte, epicentro del peor brote de ébola registrado hasta ahora en el país, según han informado las autoridades.

El primer ataque ocurrió la mañana del jueves en Mangolikene, en el valle de Graben, a unos 15 kilómetros al noreste de Beni, y en él murieron 13 personas a machetazos cuando se dirigían a trabajar al campo. Mangolikene se encuentra en la zona prohibida a la población por los enfrentamientos entre el Ejército y las milicias.

El jueves por la noche ocurrió el segundo ataque en Paida, un distrito periférico de la comuna de Rwenzori, en la ciudad de Beni. Fuentes locales y de la sociedad civil confirmaron las muertes de cinco civiles, entre ellos una mujer y un niño, así como dos heridos, según fuentes locales citadas por el portal Actualite.cd y por Radio Okapi.

El alcalde de Beni, Nyonyi Bwanakawa, explicó al citado medio el jueves por la tarde que solo habían podido recuperarse dos de los doce cadáveres puesto que los asaltantes respondieron disparando contra los soldados que intentaron recuperar los cuerpos.

El pasado 13 de noviembre, el Ejército congoleño y la Brigada de Intervención de la Misión de la ONU en República Democrática del Congo (RDC) lanzaron una operación conjunta con el fin de destruir los campamentos de los milicianos de las ADF desde donde el grupo armado ha perpetrado varios ataques contra la población civil en los últimos meses.