Al menos seis personas fallecieron el jueves cuando la Policía sudanesa dispersó manifestaciones contra la escasez de productos básicos y su encarecimiento en varias ciudades del país, donde también fueron atacadas sedes gubernamentales, informó la televisión estatal.

La cadena Al Sudán informó de que seis manifestantes fallecieron en la ciudad de Al Qadarif, en el oeste de Sudán, donde las autoridades locales han decretado el estado de emergencia.

Anteriormente, un médico del hospital público de la localidad informó de que dos personas fallecieron por disparos de las fuerzas de seguridad.

La violencia entre los manifestantes y la Policía estalló después de que estos quemaran una oficina del partido gobernante y la sede del gobierno provincial, así como tres vehículos públicos, entre ellos uno policial, según testigos.

En la ciudad de Dongola, capital del estado de Río Nilo, los manifestantes prendieron fuego a edificios gubernamentales y a la sede del oficial Partido del Congreso Nacional (PCN), y corearon lemas en contra el régimen de Jartum.

Las autoridades de esa región declararon el estado de emergencia y el toque de queda desde las 18:00 (hora local) hasta las 06:00, y suspendieron las clases en las escuelas por un tiempo indeterminado.

En el estado de Sennar, ubicado en la frontera con Sudán del Sur, cientos de manifestantes salieron a las calles esta mañana, principalmente estudiantes, y la Policía los dispersó con gases lacrimógenos y porras.

Mientras, en la capital sudanesa, Jartum, se registraron en la tarde del jueves las primeras protestas, las más grandes en las paradas de autobuses, mientras la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersarlas y se pudieron escuchar disparos en la Universidad.