El presidente Jair Bolsonaro confirmó el traslado de la Embajada brasileña en la entidad sionista (Palestina ocupada) a la ciudad santa de Al Quds (Jerusalén) y restó importancia al posible boicot comercial del mundo árabe.

“Algunos más radicales pueden tomar algunas sanciones, espero que únicamente económicas, contra nosotros, pero no voy a dejar de reconocer la autoridad (de la ocupación) israelí; quien decide cuál es la capital de ´Israel´ es su Gobierno, su pueblo, y punto final”, afirmó en una entrevista con la cadena de televisión SBT.

El líder ultraderechista aseguró que gran parte del mundo árabe está alineado con EEUU y que “la cuestión de Palestina” ya está “saturando” a muchos de esos países de la región.

Bolsonaro añadió que el reconocimiento de Jerusalén como capital del régimen sionista es la respuesta a un “anhelo de la población”, porque gran parte de los evangélicos son favorables.

El líder ultraderechista se reunió la semana pasada en Río de Janeiro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, una de las principales autoridades extranjeras en su toma de posesión.

El presidente remarcó que quiere mantener relaciones comerciales con todos los países y que a Brasil no le importa si otras naciones reconocen o no que Al Quds es la capital del régimen usurpador.