Un migrante muere baleado por la policía mexicana frente a su hija

Un migrante fue abatido frente a los ojos de su hija de 8 años cuando los agentes mexicanos intentaban separar a otra hija de 2 años de su madre.

La tragedia se registró el miércoles durante un operativo en Saltillo, la capital del estado norteño de Coahuila. El hombre murió luego de ser baleado cuando trataba de proteger a sus hijos ante la brutalidad de los agentes del Instituto Nacional de Migración.

Los oficiales en un operativo conjunto que se llevó a cabo, durante la noche del 31 de julio, con la Policía Federal y elementos del Grupo de Operaciones Especiales del Estado de Coahuila, estaban persiguiendo a un grupo de migrantes, entre ellos la madre y la niña.

Los inmigrantes fueron sorprendidos mientras esperaban en una estación de trenes, a casi un kilómetro y medio de distancia de la Casa del Migrante de Saltillo, de la que se habían despedido horas antes, la llegada de un tren para subirse a ello con la esperanza de llegar a la frontera de EEUU.

“Empezaron a perseguirles logrando detener a varios de ellos y ellas, entre éstas a una niña con su madre a quien de manera por demás cruel separado de su bebé de aproximadamente dos años”, afirmó el jueves el director de la Casa del Migrante, Alberto Xicoténcatl Carrasco.

“Las autoridades mexicanas deberían tratar a los migrantes y sus familias con humanidad, no perseguirlos ni matarlos”, denunció la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas.