Dos terroristas de los “Beatles”, extraditados y acusados en EEUU por la muerte de cuatro americanos

Dos de los cuatro miembros del grupo de torturadores y asesinos del grupo terrorista Daesh, al que sus víctimas apodaron “Los Beatles” por su acento y procedencia británica, han sido extraditados este miércoles a los Estados Unidos para ser juzgados por sus graves crímenes contra ciudadanos estadounidenses. Allí han sido acusados por la muerte de cuatro rehenes americanos.

Alexanda Kotey y El Shafi Elsheij comparecerán ante un juez en Virginia, cerca de Washington, acusados de “detención, abusos y ejecución” del reportero Jim Foley y de las trabajadoras humanitarias Kayla Mueller, Steven Sotloff y Abdelrahman Kassig. Ambos, capturados por fuerzas kurdas en Siria en 2018 y luego arrestados en una base de EEUU en Iraq, niegan los cargos de tortura y asesinato.

Sin embargo, en una entrevista que concedieron a la cadena NBC el pasado verano, Kotey y Elsheij admitieron estar involucrados en la retención de Mueller. En aquella entrevista también reconocieron haber golpeado a Foley, decapitado frente a cámara por otro asesino de “Los Beatles”, Mohamed Emwazi.

Un misil estadounidense, lanzado desde un dron, acabó con Emwazi en 2015. El cuarto “Beatle”, Aine Lesley Davis, fue condenado en 2017 a siete años y medio de cárcel en Turquía, donde permanece cautivo.

Las familias de las víctimas norteamericanas habían presionado para procesar a los dos criminales, Kotey y Elsheij, en suelo estadounidense con el objetivo de que se enfrentasen a penas más severas de las que hubiesen recibido en caso de ser juzgados en el Reino Unido, país que les revocó la nacionalidad.

De acuerdo con la cadena BBC, la cooperación judicial entre británicos y estadounidenses en este caso quedó obstaculizada por dos años por la existencia de pena capital en EEUU. Finalmente, el verano pasado, el fiscal general norteamericano William Barr prometió que los dos miembros de Daesh no serían condenados a cadena perpetua, a la que se opone Londres. Aclarada la cuestión, el FBI diseñó un meticuloso plan para trasladar a los sujetos de Iraq a EEUU.