Internacional
Bolsonaro inicia el 2021 entre pedidos de destitución y retos
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, comenzó su tercer año en el poder con la suma hoy de 57 solicitudes de destitución en la Cámara de Diputados e innumerables desafíos en los sectores sanitario, político, económico y social.
Según el periodista investigador Guilherme Amado, columnista de la revista Época, el excapitán del Ejército cerró el 2020 como el mandatario que más recibió peticiones de impeachment (juicio político) durante un calendario desde la redemocratización (1985).
Con este guarismo, asegura Amado, el exmilitar se adelantó a Dilma Rousseff (2011-2016), con 37 demandas en 2015, Fernando Collor de Mello (1990-1992), quien totalizó 24 en 1992, y Michel Temer (2016-2018), con 23 en 2017.
En la mayoría de los pedidos se cuestiona el comportamiento de Bolsonaro, quien desprecia la gravedad de la pandemia de Covid-19 e ignora las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para contener la propagación de la dolencia.
Tales acciones convierten al gobernante ultraderechista en el mayor responsable del empeoramiento de la crisis en Brasil, donde se espera que en enero se supere las 200 mil muertes y los ocho millones de infectados por el coronavirus SARS-CoV-2.
La gravedad de la postura de Bolsonaro ante el patógeno conllevó en junio a que al menos seis partidos políticos presentarán el llamado Movimiento Impeachment Ya.
Organizaciones como el Socialista Brasileño, Democrático Trabalhista, Verde, Red de Sostenibilidad, Ciudadanía y Comunista procuraron presionar al titular de la Cámara baja, Rodrigo Maia, para abrir el proceso de destitución.
Para estos partidos, la debacle política instalada por el jefe de Estado, a pesar de haber sido elegido democráticamente, busca destruir las instituciones para gobernar de manera dictatorial.
Insiste el movimiento que el país enfrenta tres grandes crisis simultáneas: la causada por la Covid-19, una severa recesión económica y otra político-institucional.
En los pedidos de cesación se acusa además a Bolsonaro de estimular los actos contra la democracia, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal.
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