Internacional
Preocupación por el cohete chino cuyos restos se dirigen sin control hacia la Tierra
El cohete chino Long March 5B avanza sin control hacia la Tierra a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora.
Mientras se estima que entrará a la atmósfera terrestre este fin de semana, aún se desconoce si sus restos se desintegrarán al hacerlo o si impactarán contra la superficie del planeta, y en caso de que ocurra esto último, en qué punto sucederá.
Aunque no se descarta que pueda ser en una zona habitada, los expertos coinciden en que el riesgo de que alguien salga lastimado es “extremadamente improbable” y llaman a la calma.
La mayor parte del aparato debería quedar calcinada cuando haga su última inmersión en la atmósfera, consideran los expertos.
Pero siempre existe la posibilidad de que los metales con altos puntos de fusión y otros materiales resistentes sobrevivan hasta la superficie.
El Departamento de Defensa de EEUU cree que el impacto puede producirse “alrededor del 8 de mayo” y descartó de momento derribarlo.
Mike Howard, portavoz de la oficina gubernamental, señaló este jueves que el Comando Espacial monitorea la trayectoria del cohete.
Sin embargo, reconoció que ni siquiera se conoce el punto exacto de entrada a la atmósfera y que su avance no tiene control.
Por su parte, Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, indicó que la situación tampoco significa “el fin del mundo”.
“No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño. No es despreciable, podría suceder, pero el riesgo de que te impacte es extremadamente pequeño”, afirmó el investigador a la cadena CNN el miércoles.
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