Internacional
Alemania reconoce haber perpetrado un “genocidio” en Namibia
Alemania reconoció por primera vez este viernes haber perpetrado un “genocidio” contra las poblaciones de las etnias Hereros y Namas en Namibia durante el periodo colonial y va a entregar al país más de mil millones de euros en ayudas al desarrollo.
“Con el punto de vista actual, hoy calificaremos estos acontecimientos de lo que son: un genocidio”, declaró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, en un comunicado.
En esta declaración, el ministro saluda la conclusión de un “acuerdo” con Namibia tras más de cinco años de duras negociaciones sobre los acontecimientos registrados en este territorio africano colonizado por Alemania entre 1884 y 1915.
Los colonos alemanes mataron a decenas de miles de hereros y namas durante las matanzas perpetradas entre 1904 y 1908, consideradas por numerosos historiadores como el primer genocidio del siglo XX.
“A la luz de la responsabilidad histórica y moral de Alemania, vamos a pedir perdón a Namibia y a los descendientes de las víctimas” por las “atrocidades” cometidas, prosiguió el ministro.
En un gesto de “reconocimiento de los inmensos sufrimientos infligidos a las víctimas”, el país va a apoyar la “reconstrucción y el desarrollo” en Namibia a través de un programa financiero de 1.100 millones de euros (1.340 millones de dólares), agregó.
Esta suma se entregará a lo largo de un periodo de 30 años, según fuentes cercanas a las negociaciones, y debe beneficiar en prioridad a los descendientes de estas dos poblaciones.
En un intento de reconciliación, Alemania entregó en 2019 a Namibia los huesos de miembros de las tribus herero y nama exterminados y la secretaria de Estado para Asuntos Exteriores, Michelle Müntefering, pidió “perdón desde el fondo del corazón”.
Un gesto considerado muy insuficiente por los descendientes y las autoridades namibias, que exigían disculpas oficiales y reparaciones.
Las tribus herero representan actualmente en torno al 7% de la población namibia, frente al 40% a principios del siglo XX.
Privados de sus tierras y su ganado, los hereros se alzaron en 1904 contra los colonos alemanes, y dejaron un centenar de muertos entre estos últimos.
Enviado para reprimir la rebelión, el general alemán Lothar von Trotha ordenó su exterminación. Los namas se sublevaron un año más tarde y sufrieron la misma suerte.
En total, al menos 60.000 hereros y en torno a 10.000 namas perdieron la vida entre 1904 y 1908. Las fuerzas coloniales alemanas emplearon técnicas genocidas: matanzas en masa, exilio en el desierto donde miles de personas murieron de sed, y campos de concentración como el tristemente célebre de Shark Island.
Restos óseos, en particular los cráneos de las víctimas, fueron enviados a Alemania para realizar experimentos científicos de carácter racial.
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