Internacional
La nueva democracia de Canadá
Canadá confisca ilegalmente bienes de Irán
Los parlamentarios iraníes reprueban la confiscación de bienes iraníes por parte del Gobierno canadiense por contravenir la normativa internacional.
La medida del tribunal de Canadá viola las leyes internacionales, y las autoridades de la República Islámica de Irán deben presentar inmediatamente una queja ante la comunidad internacional, declararon el martes algunos legisladores iraníes.
Recientemente, un tribunal en Ontario, en el sureste de Canadá, ha ordenado confiscar los bienes de Irán, entre ellos la embajada y el centro de cultura de la República Islámica de Irán, para indemnizar a la familia de una víctima de una explosión en Al-Quds (Jerusalén).
Mientras tanto, la jefa de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento iraní, Fátima Alía, además de insistir en que tal disposición infringe las convenciones internacionales, precisó que “los tribunales internacionales deben solventar el contencioso”.
“Los funcionarios canadienses deben responder ante tal desmán”, declaró el miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní (Mayles), Mansour Haqiqat Pur, y después tildó de ilegal la actuación del Gobierno de Ottawa.
En 2002, al menos nueve estudiantes de diferentes nacionalidades perdieron la vida en una explosión en la cafetería de la Universidad Hebrea en Al-Quds, entre ellos, la estadounidense Marla Bennett, de 24 años; y un tribunal en Estados Unidos culpó al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).
Los familiares de Bennett no consiguieron una indemnización en los Estados Unidos, y por ello remitieron su queja a Canadá.
El tribunal de Canadá, argumentando que HAMAS cuenta con el apoyo del país iraní, exigió a Irán pagar una indemnización a los miembros de la familia de Bennett, equivalente a 12 millones 904 mil 548 dólares.
Un juez canadiense del tribunal de Ontario ordenó confiscar los bienes de la República Islámica de Irán en ese país inmediatamente después de la suspensión de las relaciones políticas y el cierre de la embajada de Irán en Canadá.
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Los parlamentarios iraníes reprueban la confiscación de bienes iraníes por parte del Gobierno canadiense por contravenir la normativa internacional.
La medida del tribunal de Canadá viola las leyes internacionales, y las autoridades de la República Islámica de Irán deben presentar inmediatamente una queja ante la comunidad internacional, declararon el martes algunos legisladores iraníes.
Recientemente, un tribunal en Ontario, en el sureste de Canadá, ha ordenado confiscar los bienes de Irán, entre ellos la embajada y el centro de cultura de la República Islámica de Irán, para indemnizar a la familia de una víctima de una explosión en Al-Quds (Jerusalén).
Mientras tanto, la jefa de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento iraní, Fátima Alía, además de insistir en que tal disposición infringe las convenciones internacionales, precisó que “los tribunales internacionales deben solventar el contencioso”.
“Los funcionarios canadienses deben responder ante tal desmán”, declaró el miembro de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní (Mayles), Mansour Haqiqat Pur, y después tildó de ilegal la actuación del Gobierno de Ottawa.
En 2002, al menos nueve estudiantes de diferentes nacionalidades perdieron la vida en una explosión en la cafetería de la Universidad Hebrea en Al-Quds, entre ellos, la estadounidense Marla Bennett, de 24 años; y un tribunal en Estados Unidos culpó al Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).
Los familiares de Bennett no consiguieron una indemnización en los Estados Unidos, y por ello remitieron su queja a Canadá.
El tribunal de Canadá, argumentando que HAMAS cuenta con el apoyo del país iraní, exigió a Irán pagar una indemnización a los miembros de la familia de Bennett, equivalente a 12 millones 904 mil 548 dólares.
Un juez canadiense del tribunal de Ontario ordenó confiscar los bienes de la República Islámica de Irán en ese país inmediatamente después de la suspensión de las relaciones políticas y el cierre de la embajada de Irán en Canadá.