El presidente yemení saliente, Ali Abdulá Saleh, pidió disculpas por "cualquier deficiencia" cometida en sus 33 años de gobierno antes de abandonar Yemen con destino a Estados Unidos el domingo, despejando el camino para un traspaso del poder tras un año de protestas.
"Dios mediante, me marcharé para mi tratamiento (médico) en Estados Unidos y volveré a Saná como jefe del partido Congreso del Pueblo Nacional", dijo Saleh a responsables del gobierno y altos cargos de su partido en un discurso televisado.
El Departamento de Estado de EEUU confirmó que le había concedido un visado.
"El único propósito de este viaje es para que reciba tratamiento médico y esperamos que permanezca por tiempo limitado para la duración de su tratamiento", dijo.
Saleh trató de adoptar un tono conciliador en su discurso de despedida, que se produjo un día después de que se le concediera la inmunidad en una ley aprobada por el parlamento.
"Pido perdón a todos los yemeníes, hombres y mujeres, por cualquier deficiencia que se haya producido durante mis 33 años de gobierno y pido clemencia y ofrezco mis disculpas a todos los yemeníes, hombres y mujeres", dijo. "Ahora debo concentrarme en nuestros mártires y heridos".
Un asesor de Saleh dijo que pasaría dos o tres días en la vecina Omán, pero un responsable omaní dijo a Reuters que el veterano mandatario estaría en tránsito sólo unas horas.
Miles de yemeníes protestaron el domingo contra la inmunidad de Saleh y demandaron que fuera a juicio por la muerte de cientos de manifestantes durante el año de protestas que ha llevado al empobrecido país de la península arábiga al borde de la guerra civil.