Efectivos de antidisturbios libaneses desalojaron anoche a la fuerza a una cuarentena de activistas tras ocupar varias horas la sede del Ministerio de Medio Ambiente en el centro de Beirut.

Las fuerzas policiales sacaron primero a los periodistas que emitían en directo desde el interior del ministerio, después desalojaron a los manifestantes que ocupaban las oficinas.

Varias unidades policiales se habían distribuido fuera de la sede para cerrar los seis accesos al recinto a los centenares de manifestantes que habían acudido para mostrar su apoyo.

La ocupación había comenzado por sorpresa a la una del mediodía, una cuarentena de activistas del movimiento civil “Apestan” irrumpieron en el ministerio y ocuparon sus oficinas. Dos horas después, el ministro del Interior daba a los activistas encerrados treinta minutos para que se marcharan por su propio pie. Pero el desalojo no ha comenzado hasta pasadas las seis de la tarde.


Tras el desalojo, el ministro de Medio Ambiente Mohamed Mashnouq que continuaba encerrado durante siete horas en su despacho de la octava planta, pudo salir y abandonar el edificio desde una puerta trasera.

"Han comenzado a pegar a la gente y a sacarlos uno a uno" explicaba uno de los activistas encerrados.

La Cruz Roja libanesa confirmó que habían trasladado a dos heridos a un hospital.

A lo largo de las dos últimas semanas, decenas de miles de personas se manifestaban casi a diario para denunciar la “mala gestión” de residuos, así como la corrupción de los gobernantes y la parálisis política que sufre el país.

Los organizadores lanzaron el sábado un ultimátum de setenta y dos horas al gobierno para que cumpliera con cuatro demandas. Éstas eran la dimisión del ministro de medio ambiente, una solución duradera sobre qué hacer con los residuos, una investigación sobre los incidentes en las protestas de hace dos semanas y que el gobierno explique qué ha hecho con el superávit del último presupuesto.