Más de 53 periodistas de medios locales y extranjeros comprobaron de cerca este jueves el tamaño del “gran pánico” con el que conviven miles de colonos y soldados israelíes en el norte de Palestina ocupada, cerca de la frontera con Líbano. Estos sionistas padecen la “Fobia Hezbolá”.


“Desde hace aproximadamente un año, el enemigo construye fortificaciones, barricadas de arena y medidas defensivas para prevenir cualquier ataque” de Hezbolá, explica un comandante de la Resistencia a un grupo de periodistas invitado a visitar la zona fronteriza.

El “estado de miedo” de los israelíes aumentó después de que el secretario general de Hezbolá amenazara con “invadir Galilea”, lo que obligó al enemigo sionista tomar medidas defensivas y fortalecer sus posiciones en la zona para evitar incursiones en una guerra próxima.

Según el comandante, Hezbolá posee “tácticas especiales”, que no explicó, para acometer esas estructuras.


Durante la gira, el responsable de Hezbolá mostró tres fortificaciones israelíes desde donde, relató, el enemigo controla el sur de Líbano desde la región de Tiro hasta las granjas de Chebba (ocupadas).

La primera parada fue frente a la instalación de Hanita, donde los israelíes cambiaron la geografía excavando en medio de una montaña para “crear un acantilado de entre 7 a15 metros de altura y 2600 metros de largo, para proteger las colonias en la región.


Además, los invitados vieron como unas excavadoras levantaban una barrera de arena de 10 metros de altura cerca de la valla electrónica equipada con sensores de alta precisión.

El grupo se dirigió luego al punto llamado “Nemer”, en la región de Labuneh, a menos de un metro de la frontera con Palestina. Desde este punto se ven las fortificaciones israelíes, pero ningún soldado se atrevió a asomar la cabeza.


La tercera parada fue en “Yal al Alam”, la base de espionaje israelí más grande en toda la región de Naqura. Los soldados sionistas observaban del otro lado de la frontera.

La última cita ha sido en la instalación de Al Hamra, o lo que queda de ella, ya que los israelíes lo arrasaron por completo y lo cambiaron por altas barreras y valla eléctrica.


Las medidas defensivas de los israelíes les están costando millones de dólares y revelan el estado de miedo en que viven.

“Que sepa este enemigo que no nos intimida, tampoco tememos a la guerra, cuando sea el momento nos enfrentaremos al enemigo y le venceremos”, asegura el oficial de la Resistencia al concluir la gira.