El ministro libanés de Asuntos Exteriores y Expatriados, Gebran Bassil, reiteró que Líbano no puede soportar más la cantidad de refugiados y desplazados residentes en el país.

Hablando ante un auditorio de exiliados libaneses en Carolina del Norte, Estados Unidos, donde se halla de visita, Bassil precisó que debe acudirse a todos los medios posibles para encontrar una solución a ese problema.

Nunca vamos a permitir que suceda la liquidación de la nacionalidad libanesa, en peligro por la cifra desmesurada de refugiados y desplazados presentes en el país, acotó.

Solucionar el problema de las personas desplazadas y refugiadas, enfatizó el canciller, radica en hacerlos regresar a su patria, que es su derecho.

“Los libaneses tienen derecho a exigir una reforma para esa situación, pero falta voluntad política, a causa de aquellos que prefieren mantener el actual estatus”, subrayó.

El ministro se refirió a la intención de crear con planes económicos oportunidades de empleo para los residentes libaneses en el exterior, a fin de que regresen y desempeñen un papel en el panorama nacional.

“No permitiremos que nuestro pueblo sea sustituido por desplazados o refugiados, para lo cual necesitamos que ustedes fortalezcan vínculos con Líbano y así establecer el equilibrio necesario, en aras de proteger a la nación y el Estado”, concluyó el canciller.

Con unos cuatro y medio millones de personas, Líbano acoge a poco más de dos millones de refugiados o desplazados de otros países vecinos, lo que constituye uno de los principales problemas nacionales.