Desde un lugar desconocido en Arabia Saudita, el primer ministro libanés Saad al-Hariri anunció el sábado su dimisión en una declaración televisada y emitida por el canal saudí “Al Arabiya”.

“Vivimos en un clima similar al que prevalecía antes del asesinato del mártir Rafik al-Hariri (su padre). He sentido que se está tramando algo de forma encubierta para atacar mi vida”, dijo en su declaración que aprovechó para “atacar” a Irán y a Hezbolá.

Hariri acusó a Irán de “entrometerse” en asuntos de la “nación árabe”. Irán estaba “perdiendo con su interferencia en los asuntos del mundo árabe”, dijo.

El Líbano “se levantaría como lo había hecho en el pasado”, agregó en alusión a Hezbolá al que acusa de imponer un “Status de Facto” por la fuerza de las armas.

“Anuncio mi dimisión de la presidencia del Gobierno teniendo la certeza que la voluntad de los libaneses es más fuerte y serán capaces de vencer la tutela interior y exterior”, manifestó Hariri.

Hariri fue nombrado primer ministro de Líbano el año pasado a raíz de un acuerdo político que convirtió a Michel Aoun, el aliado de Hezbolá, en presidente del país.

Hariri viajó el viernes a Arabia Saudí, un enemigo político de Irán y Hezbolá, tras ser “reclamado” por segunda vez en cinco días.

Cabe destacar que el canciller del reino wahabita amenazó varias veces en las últimas semanas con “aumentar la tensión en Líbano”.