A primeras horas de la mañana del domingo, manifestantes de distintas tendencias políticas se agrupaban en las cercanías de la Embajada de Estados Unidos en Beirut, para protestar en contra de la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, de reconocer Al Quds como la capital de la entidad sionista.

Los manifestantes levantaban banderas de palestina y de partidos libaneses, y cantaban himnos y eslóganes contra la arrogancia estadounidense, para luego quemar banderas de Estados Unidos y la entidad sionista.

La presencia palestina era notable en la masiva manifestación, los palestinos participantes que procedían de los campamentos de refugiados de todo el territorio libanés y reclamaban su derecho de “retorno” a su patria, Palestina.

Sobre las once horas de la mañana, un grupo de manifestantes intentó saltar la valla que rodea la embajada. Las fuerzas de seguridad respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y el empleo de cañones de agua para dispersar a los manifestantes que aumentaban de número.

Según fuentes de la Cruz Roja Libanesa, siete personas fueron trasladadas al hospital mientras que 42 fueron atendidas en el lugar de la manifestación, que concluyó al mediodía después de varias horas de tensión entre los asistentes y los uniformados.

Durante la protesta, el secretario general del partido comunista libanés, Hanna Gharib, dijo a la prensa que “es necesario cerrar la Embajada de EEUU (en Beirut)” y pidió que el Gobierno libanés y los otros árabes detengan los programas de cooperación con Washington y expulsen a los embajadores estadounidenses de sus respectivos países.