El primer ministro libanés designado, Saad Hariri, responsabilizó este martes a Hezbolá con la dilación en formar Gobierno, basado en que su apoyo a seis diputados independientes aspirantes a un cargo ministerial retrasa la creación del Ejecutivo.

Los seis legisladores son musulmanes sunitas no afiliados al partido Corriente Futura, de Hariri, quien se autoproclamó padre de todos los sunitas libaneses y no acepta que ese sexteto desempeñe una cartera.

Según Hariri, el método de Hezbolá no ayuda a la instalación del gabinete y complica el proceso que entró en un sexto mes sin solución en lo inmediato.

En alusión directa a un reciente discurso del secretario general de Hezbolá, expresó que no podía tolerar que lo acusaran de incitación sectaria y confesional.

“Soy el padre de los sunitas en Líbano y conozco muy bien sus intereses y cómo protegerlos”, acotó.

“Hice mi parte y lo saben el presidente (Michel Aoun) y el titular del parlamento (Nabih Berri), añadió, ahora toca a todos los demás hacer la suya para que el país pueda avanzar”.

Hariri explicó que la Constitución es clara al otorgar al primer ministro designado la tarea de formar el Gobierno que más tarde acepta o rechaza el presidente de la República; no hay espacios para terceros, puntualizó.